Los choques ante Fiyi, Italia y Japón dejaron lecturas diferentes para las selecciones europeas en una jornada marcada por la irregularidad y los tramos de dominio alterno.
Las selecciones de Francia, Sudáfrica y Gales afrontaron compromisos con distintos grados de exigencia ante Fiyi, Italia y Japón, respectivamente, en una jornada que ofreció contrastes claros entre solidez, falta de continuidad y capacidad de sufrimiento.
En París, Francia se impuso a Fiyi por 34–21 en un encuentro en el que los de Fabien Galthié mostraron fases de ataque muy fluidas, pero también lagunas defensivas que permitieron a Fiyi mantenerse en el partido más tiempo del esperado. Medios como L’Équipe señalaron que el equipo francés “encontró chispa con balón pero no control”, mientras que RugbyPass subrayó la potencia del conjunto isleño en el contacto, especialmente en la primera media hora. Aun así, la mayor estructura táctica del XV del Gallo terminó marcando diferencias en el tramo final.
El duelo entre Sudáfrica e Italia terminó con victoria sudafricana por 32–14, un marcador que reflejó la eficiencia habitual de los Springboks en los momentos clave. Italia compitió con dignidad en varias fases y llegó a situarse dentro del partido mediada la segunda mitad, pero la diferencia física y la capacidad sudafricana para transformar posiciones de campo en puntos fueron decisivas. Independent Online destacó el impacto del maul de Sudáfrica, mientras que La Gazzetta dello Sport lamentó los errores italianos en las zonas de 22, donde el equipo no consiguió traducir sus posesiones en anotaciones.
El cierre de la jornada lo protagonizaron Gales y Japón, con un ajustado 24–23 para los locales en Cardiff. El equipo galés mostró carácter en los minutos finales tras un encuentro irregular, donde alternó buenos movimientos ofensivos con fallos de organización en defensa. Japón, más disciplinado y preciso, obligó a Gales a remontar y mantuvo la incertidumbre hasta el último golpe de castigo. BBC Sport habló de “victoria sufrida pero necesaria” para el conjunto galés, mientras que desde Japón, The Japan Times destacó la mejora en la circulación del balón y el crecimiento del equipo respecto a anteriores test.
En conjunto, los tres partidos dejaron una misma lectura: Europa cumplió con los resultados, pero mostró diferencias claras en consistencia y regularidad. Francia ganó, pero no controló; Sudáfrica fue fiel a su identidad; y Gales sobrevivió a un encuentro que se le complicó más de lo previsto. Los rivales del Pacífico y Asia volvieron a demostrar competitividad creciente, confirmando que ningún test internacional es ya un trámite.
Fuentes consultadas:
L’Équipe · RugbyPass · Independent Online · La Gazzetta dello Sport · BBC Sport · The Japan Times
Gracias por la información.