Inglaterra firma su undécima victoria consecutiva ante Argentina (27–23)

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Inglaterra amplió su racha hasta las once victorias consecutivas tras imponerse 27–23 a Argentina en un duelo muy competido, marcado por la firmeza defensiva local y por la acción polémica de Tom Curry sobre Juan Cruz Mallía que encendió las protestas de Felipe Contepomi tras el partido.

Inglaterra superó 27–23 a Argentina en Twickenham en un encuentro intenso, decidido por detalles y por la capacidad local para gestionar los tramos de mayor presión. El equipo inglés llevó el control territorial durante buena parte del partido, pero sufrió cuando los Pumas aceleraron en la segunda mitad y encontraron espacio en los costados. Aun así, la solidez en los contactos y la precisión en los momentos decisivos permitieron a los de Borthwick sostener la ventaja en un final apretado.

Inglaterra arrancó mejor y marcó el ritmo desde los primeros minutos gracias a una presión alta y a la capacidad para ganar territorio con el pie. Argentina se mantuvo compacta, pero concedió demasiadas infracciones en su propio campo, lo que permitió a los ingleses sumar puntos pronto y asentarse en el encuentro. Reuters señaló que Inglaterra “aprovechó la indisciplina argentina para construir su ventaja inicial”, una lectura que encaja con la dinámica de los primeros veinte minutos.

Los Pumas intentaron responder con posesiones más largas, buscando atacar por los costados y forzar a Inglaterra a defender en retroceso, pero el trabajo defensivo inglés fue sólido y evitó que el equipo de Contepomi encontrara continuidad. Twickenham empujó cuando los locales enlazaron varias fases rápidas, mientras que Argentina dependió en exceso del pie para salir de su campo y recuperar oxígeno.

El encuentro cambió tras el descanso, cuando Argentina ganó presencia en ataque y forzó a Inglaterra a defender más cerca de su propia 22. Ese tramo de dominio visitante derivó en un ensayo que apretó el marcador y encendió el ambiente en Twickenham. Inglaterra respondió con calma, pero el partido dio un giro definitivo con la acción más discutida de la tarde: la entrada de Tom Curry sobre Juan Cruz Mallía, una jugada que dejó al argentino lesionado y provocó protestas inmediatas desde el banquillo visitante.

The Guardian destacó que la acción generó “tensión en los minutos finales y una evidente frustración en el staff argentino”, mientras que Reuters subrayó que Contepomi calificó la entrada como “temeraria”, añadiendo que el choque físico cambió el tono del final del partido. Inglaterra defendió su ventaja con orden, pero el incidente marcó el tramo decisivo y condicionó la lectura posterior del test.

Inglaterra recuperó el control tras la acción polémica y buscó bajar el ritmo del encuentro con posesiones más largas y un uso inteligente del pie. Owen Farrell dirigió ese tramo con oficio, alternando patadas profundas con fases cortas para asegurar territorio y consumir minutos. Aun así, Argentina no se descolgó y mantuvo el partido vivo hasta los instantes finales, apoyada en una delantera que ganó varios contactos clave.

La prensa inglesa señaló que los locales “sobrevivieron a la remontada argentina gracias a la disciplina en los últimos diez minutos” (BBC Sport), mientras que The Guardian habló de “un cierre tenso donde Inglaterra supo manejar mejor los detalles”. Los Pumas, pese a la derrota, dejaron una imagen competitiva y estuvieron a una jugada de cambiar el desenlace.

Inglaterra acabó sellando la victoria defendiendo dos posesiones largas en su propio campo, mostrando solidez mental y una lectura clara del clock management —una de las claves que explica por qué el equipo mantiene una racha de once triunfos consecutivos.

Desde Argentina, la lectura del partido fue distinta. Felipe Contepomi expresó su frustración por la acción sobre Mallía y por la falta de sanción inmediata, pero también reconoció que a los Pumas les faltó claridad en los momentos de mayor control del juego. La prensa argentina subrayó que el equipo “pagó caro los errores en zonas de presión”, especialmente cuando el partido estaba abierto en la segunda parte.

ESPN Scrum señaló que Argentina “encontró ritmo tarde, pero mostró carácter para sostenerse dentro del partido”, mientras que medios como La Nación destacaron que el equipo “compitió con rigor, pero no convirtió sus avances en puntos cuando tuvo oportunidad”. La sensación general fue que los Pumas estuvieron a la altura en intensidad, pero les faltó precisión para transformar su tramo de dominio en una ventaja real.

Tras el encuentro, Steve Borthwick valoró la capacidad de su equipo para sostener el resultado en un tramo final tenso. El seleccionador inglés subrayó la importancia de la disciplina y del control territorial: “Respondimos bien bajo presión y gestionamos los últimos minutos con claridad”, declaró a BBC Sport. Borthwick evitó entrar en polémicas y se centró en la continuidad de la racha: “Once victorias no significan nada si no seguimos mejorando cada semana”.

En el bando argentino, Felipe Contepomi mostró una postura crítica con la acción sobre Juan Cruz Mallía. El entrenador de los Pumas habló de una entrada “temeraria” por parte de Tom Curry y añadió que esperaba una revisión más estricta de la jugada. En declaraciones recogidas por Reuters, Contepomi señaló también que “Argentina tuvo momentos de control, pero falló en concretarlos”, lamentando que el equipo no aprovechara sus fases de dominio para tomar la delantera.


Para Inglaterra, el triunfo refuerza una tendencia clara: el equipo está sabiendo sostener los partidos en los momentos de mayor presión. Si en Edimburgo Argentina logró acercarse y cambiar el pulso del encuentro, esta vez el arreón final de los Pumas no fue suficiente. Inglaterra mantuvo el orden, defendió con criterio en su propio campo y cerró el partido con una madurez que explica en parte su racha de once victorias consecutivas.

Para Argentina, el test deja sensaciones mezcladas. El equipo volvió a mostrar carácter y capacidad de reacción, pero le faltó precisión para transformar su tramo de dominio en puntos. La polémica por la acción sobre Mallía marcó el análisis posterior, pero más allá de ese episodio, la lectura argentina apunta a una idea recurrente: los Pumas compiten en intensidad, pero necesitan afinar los detalles en zonas decisivas para convertir partidos igualados en victorias.

Fuentes consultadas

Reuters · The Guardian · BBC Sport · ESPN Scrum · La Nación

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