Los Pumas firmaron una remontada histórica tras levantarse de un 21–0 adverso y dominar los últimos 25 minutos del encuentro, ante la mirada incrédula del público en Murrayfield.

Escocia comenzó con fuerza en Murrayfield, imponiéndose desde el inicio con dos ensayos tempranos y un control territorial que marcó claramente el ritmo del partido. Según The Guardian, aquella ventaja fue fruto de “un inicio dominante y claro” por parte del conjunto local. Con el marcador situado en 21–0 al minuto 45, la sensación era que la victoria escocesa estaba bien encaminada. La impresión general era que el encuentro estaba prácticamente decidido al descanso, con una Escocia que había controlado cada aspecto del juego en la primera mitad.
Los Pumas reaccionaron tras el descanso con una intensidad completamente distinta. El equipo de Felipe Contepomi introdujo varios cambios alrededor del minuto 50 y el impacto fue inmediato: Argentina comenzó a ganar metros en el contacto, aceleró la circulación del balón y encontró espacios que en la primera parte no había conseguido abrir. Ensayos de Julián Montoya, Rodrigo Isgró, Pedro Rubiolo, Pablo Matera y Justo Piccardo, junto a las conversiones de Santiago Carreras, transformaron un 21–0 adverso en una remontada que cambió por completo el rumbo del encuentro. Sky Sports describió este tramo como “una fase de control absoluto del partido”, destacando la capacidad argentina para imponer ritmo y castigar cada error escocés.
La indisciplina escocesa tuvo un peso determinante en el desarrollo del encuentro. La amonestación de Blair Kinghorn en el inicio de la segunda mitad dejó a Escocia en inferioridad en un momento crítico, y Argentina aprovechó esa situación para mantener la presión territorial y consolidar su dominio. Un error de Finn Russell en un pase provocó además una pérdida que cambió la inercia del partido, favoreciendo que los visitantes ampliaran su ventaja. Reuters subrayó que Escocia “perdió control y precisión en los momentos clave”, algo que los Pumas supieron castigar con eficacia.
Tras el encuentro, el seleccionador argentino Felipe Contepomi destacó la capacidad del equipo para mantenerse dentro del partido pese al marcador inicial: “Seguimos creyendo en nuestro sistema y cuando entraron los que venían del banquillo se notó el cambio de energía”, declaró a los medios. En el lado escocés, el capitán Sione Tuipulotu admitió que el equipo perdió orden y continuidad cuando Argentina aceleró el ritmo: “Ellos fueron más precisos y nosotros no supimos frenar el impulso”, señaló en declaraciones recogidas por BBC Sport. Las dos valoraciones coincidieron en un punto: el tramo final expuso diferencias claras en la gestión emocional y táctica del partido.
La victoria deja a Argentina con sensaciones muy positivas en su gira, reforzando la idea de un equipo capaz de competir y recuperar partidos complicados incluso fuera de casa. Para Escocia, el resultado supone una oportunidad perdida tras un inicio que parecía encaminar el triunfo; los medios locales como The Scotsman señalaron que la selección “no logró sostener el control ni responder a los cambios de intensidad”, algo que el cuerpo técnico deberá revisar de cara a los próximos test. El contraste entre ambos equipos en la segunda mitad resumió el encuentro: más solidez y claridad por parte de los Pumas, y demasiada falta de ajuste en el conjunto escocés.
Fuentes consultadas:
The Guardian · Reuters · Sky Sports · BBC Sport · The Scotsman