Sudáfrica remonta a Francia (32-17) en el Stade de France

Los Springboks, pese a jugar con 14 toda la segunda parte, impusieron su eficacia frente a una Francia dominante pero imprecisa.

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Sudáfrica se impuso a Francia por 17–32 en el Stade de France en un test de otoño donde la diferencia estuvo en la eficacia. Francia comenzó mejor el partido: Damian Penaud firmó dos ensayos y el equipo de Fabien Galthié llegó a situarse 14–6 por delante, dominando posesión y territorio. The Guardian destacó que el inicio francés fue “enérgico y vertical”, pero insuficiente para abrir una distancia real en el marcador.

El momento clave llegó justo antes del descanso. Lood de Jager fue expulsado por una entrada alta y Sudáfrica quedó con catorce jugadores para toda la segunda mitad. Pese a ello, los Springboks reaccionaron con autoridad. Su maul ganó metros de forma constante y la defensa sostuvo al equipo en los tramos más exigentes. The Guardian describió la remontada como “una obra maestra con 14 hombres”, subrayando la capacidad del equipo para controlar el partido en inferioridad.

Tras el encuentro, el seleccionador sudafricano Rassie Erasmus recalcó el impacto de los suplentes: “Los titulares abrieron el camino y los que entraron desde el banquillo remataron el trabajo”. La segunda mitad terminó con Sudáfrica imponiéndose en el ritmo, en el contacto y en la disciplina, firmando cuatro ensayos y aprovechando cada error francés cerca de la zona de marca.

Del lado francés, las sensaciones fueron de frustración. Fabien Galthié explicó que tuvieron “tres ocasiones claras alrededor del minuto 60 que deberían haber terminado en puntos”, pero fallaron en la definición. Thomas Ramos insistió en esa misma línea: “Rompimos su línea demasiadas veces sin lograr anotar después”. Reuters recogió ambas declaraciones.

Desde la prensa francesa se señaló también falta de continuidad en la selección del XV. Según The Guardian, solo cuatro de los titulares habían comenzado un test semanas antes, lo que generó problemas de cohesión frente a un rival que mostró automatismos mucho más asentados.

La prensa sudafricana, por su parte, describió el triunfo como un ejemplo de la fortaleza mental del equipo. Medios como Independent Online destacaron que el equipo “marcó diferencias cuando el desafío era mayor”, incluso después de quedarse con un jugador menos.

Francia dejó buenos momentos en la primera mitad, pero la falta de precisión en las zonas decisivas terminó pesando demasiado. Sudáfrica volvió a mostrar su identidad: intensidad, estructura táctica clara y una solidez competitiva que acabó marcando la diferencia en París.